El perdón es uno de los factores
cruciales para mantener nuestro corazón sano. Al tomar la decisión de perdonar, liberamos nuestro corazón del
sufrimiento, el resentimiento y la amargura.
Al negarnos a perdonar nos
quedamos amarrados al pasado, a la situación de agravio que vivimos y a nuestro
ofensor, de esa forma le otorgamos a nuestros ofensores o enemigos un poder
sobre nuestra vida, y la facultad de definirnos: nuestra emocionalidad, cómo
nos comportamos y en quienes nos convertimos. En esas condiciones no hay
posibilidad de sanar las heridas emocionales ni restaurar una relación, ni
seguir adelante con nuestras vidas; pero el perdón nos devuelve el control de
nuestras vidas. Nos permite cambiar o reescribir nuestra historia de agravio
por una historia de victoria. Cuando perdonamos ya el pasado no nos determina.
El perdón lejos de debilitar nuestra posición, nos hace más fuerte.
El perdón nos devuelve el enfoque
esperanzador de la vida al sacarnos de las actitudes y estados emocionales de
victimización conmiseración, culpabilización, rencor, odio y amargura. El
perdón aporta una dosis importante del optimismo, esperanza, pasión, energía,
satisfacción y contentamiento por la
vida. El perdón no modifica el pasado, pero al modificar nuestros sentimientos,
nos brinda una nueva perspectiva del futuro; esperanzadora, retadora y
emocional. Este cambio de actitud cambia diariamente en forma positiva nuestra
experiencia de vida. A la larga afecta
positivamente nuestra motivación efectividad y productividad.
Desde El Punto De Vista Espiritual Psicológico y Fisiológico Al
Perdonar Ganamos Salud y Bienestar.
El perdón influye favorablemente
en nuestra salud psicológica al romper la cadena de sufrimiento y rencor, somos
liberados de emociones tóxicas que se acumulan cuando retenemos el perdón. El
perdón nos permite soltar la situación dolorosa y, en consecuencia, sanar las
heridas emocionales. De esta forma nuestro desempeño emocional es más sano y
funcional. Por el contrario, al negarnos a perdonar damos lugar a un desempeño
emocional deficiente, restringido y poco adaptativo.
La falta de perdón crea un
ambiente psicológico interno tóxico, caracterizado por un balance emocional
negativo, degradado y poco creativo, lo que afecta en forma negativa cómo
interactuamos con otros, los propósitos y metas que nos trazamos, y el tipo de
relaciones que establecemos.
Desde el punto de vista físico,
cada vez más la ciencia médica comprueba el impacto como falta de perdón genera
sobre nuestro organismo. Este impacto negativo se traduce en aumento de
complicaciones psicosomáticas enfermedades cardíacas, menor resistencia a
enfermedades físicas, más vulnerabilidad al efecto del estrés, desordenes
autoinmunes, artritis, trastornos gastrointestinales, dolores crónicos, entre
otras enfermedades. Por otra parte, la práctica del perdón extiende la
longevidad de la personas.
En relación a la vida espiritual,
ésta se ve beneficiada con la práctica del perdón al alinearos con Dios en su
actitud perdonadora. La actitud de perdón (pedir perdón a Dios y concederlo a
otros) nos permite estar en paz con Dios y con nuestro prójimo.
El perdón trae beneficios a
nuestra vida, como los beneficios físicos, emocionales y espirituales. Trae
beneficio a nuestras relaciones haciéndolas
más armoniosas, estables y edificantes.
El perdón genera un efecto
positivo en nuestras vidas de oración al hacerla más rica y efectiva. De igual
forma demostrar una actitud perdonadora hacia otros, nos facilita apropiarnos
del gozo y la paz de Dios, que constituye valiosa fortaleza para lidiar con el
dolor, las vicisitudes, tribulaciones y presiones de la vida.
CUADRO COMPARATIVO DE LOS
BENEFICIOS / PERJUICIOS QUE GENERA EL PERDÓN O LA NEGACIÓN DE ESTE.
PERDÓN
|
FALTA DE PERDÓN
|
Libertad
|
Cautividad
|
Gozo y Paz
|
Resentimiento y sufrimiento
|
Relaciones Saludables
|
Enemistad; relaciones disfuncionales.
|
Alineamiento Con Dios
|
Desarmonía con Dios
|
Salud Integral
|
Disfuncionalidad y enfermedad
|
Recursos de Afrontamiento y Gestión
constructiva del conflicto el dolor y el enojo.
|
Estacionamiento en el desarrollo del
potencial humano
|
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