…en desatar las ligaduras de impiedad, en
soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper
todo yugo, en compartir tu pan con el hambriento, en llevar a tu casa a los
pobres sin hogar,en cubrir a tu prójimo cuando lo veas desnudo, y en no
esconderte de quien es tu propia carne?
Entonces despuntará tu luz como el alba, y tu
recuperación brotará con rapidez. Tu justicia irá delante de ti, y la gloria de
Jehová irá a tu retaguardia. Entonces invocarás, y Jehová te escuchará.
Clamarás, y él dirá: 'Aquí estoy!' Isaías 58:6-9a
Objetivos y Beneficios Personales
1.Limpieza y humildad Personal que trae más
discernimiento espiritual.
Corremos el peligro de contaminarnos con el
egocentrismo de este mundo y el río del espíritu en nosotros sufre la
contaminación que esto trae. El ayuno y
la oración nos ayudan a experimentar la limpieza del Seńor; a que corra el río
claro y cristalino en nuestro ser.
Nuestro corazón es purificado, nuestra mente renovada y nuestro espíritu
sometido al Padre. Podemos escuchar la
clara voz del Seńor y nuestro corazón esta dispuesto a obedecer sin titubear.
“El
ayuno es la disciplina espiritual que más ayuda a revelar lo que nos controla
como personas. Esto es un beneficio
maravilloso para el verdadero discípulo, aquel que anhela ser transformado a la
imagen de Jesucristo. Tapamos lo que
llevamos dentro con comida y otras cosas buenas en si, pero el ayuno los
destapa y los revela. Si el orgullo nos
controla, será revelado de inmediato.
David decía “Lloré afligiendo con ayuno mi alma” (Salmo 69:10). Si hay ira, amargura, envidia, temor, enfado
en nosotros saldrá a la superficie durante el tiempo de ayuno. Podemos caer en el error de justificar
nuestra ira por el hambre que estamos pasando; pero nos damos cuenta que en
realidad es porque hemos albergado el
espíritu de ira en nuestro corazón. Esto
nos debe llenar de gozo porque sabemos que Dios nos puede sanar por el poder de
Cristo. El ayuno nos ayuda a mantener el
equilibrio en nuestra vida cotidiana. Es muy fácil dejar que las cosas
insignificantes ocupen un lugar de preferencia en nuestra vida diaria.
Codiciamos cosas que no necesitamos y que nos
atrapan… Hay muchos que han escrito sobre la ventaja que el ayuno ofrece, tales
como mayor eficacia en la intercesión, guía en tiempos de decisión, más
concentración en las cosas del espíritu, liberación para los que tienen
ataduras, bienestar físico, revelaciones, etc…
En el ayuno como en todo lo relacionado con Dios sabemos que El
recompensa a los que le buscan con denuedo”.
Richard Foster, Celebración de la Disciplina
2.Mayor sensibilidad a la necesidad humana.
Cuando caemos en el egocentrismo, nos alejamos
de Dios y también de los necesitados que nos rodean. Nuestra compasión mengua. El ayuno nos ablanda el corazón con el amor
de Dios y su compasión hacia el pobre, el perdido el que sufre. El ayuno nos sana de la ceguera que trae el
egocentrismo y nos permite volver a ver el mundo con los ojos de Padre.
3.Aumenta la autoridad espiritual.
Cuando los discípulos fracasaron en su intento
de echar el demonio de un joven, Jesús les dijo que este género solo sale con
oración y ayuno. Nuestros tiempos de
oración y ayuno nos capacitan para ejercer la autoridad espiritual y así liberar
al cautivo y romper el yugo del oprimido.
4. Aumenta la fe.
Las dudas hacen flaquear nuestro fervor
espiritual y nuestra fe. Dos de las
armas más eficaces del diablo para minar el avance espiritual son el temor y la
duda. La duda nos incita a sacrificar
las promesas y posesiones que Dios nos ha ofrecido. El ayuno demuestra un deseo intenso por tener
más intimidad con Dios. Cuando estamos
en su presencia hay una profunda seguridad que El esta con nosotros y que
nosotros estamos en posición de abarcar todo lo que El tiene para nosotros.
“Dios
tiene recursos que algunos creyentes nunca han palpado; hay riquezas que nunca
hemos descubierto, riquezas espirituales que nunca hemos visto; hay poder que
ignoramos y existe; todo porque hemos sido personas de poca fe e
incrédulos.” Leonard Ravenhill, Revival
Praying
5.Aumenta el poder.
Hay renovación espiritual cuando ayunamos y
oramos. A medida que buscas al Seńor con
todo tu corazón y esperas sumiso a su voluntad, te vas nutriendo de su fuerza y
poder. La comunicación con El se
esclarece, desaparecen los estorbos y hay un fluir mayor de su Espíritu en tí.
Objetivos Cuerpo
1. Orar para que haya un espíritu de
intercesión que se adueńe de los corazones de todos aquellos que forman parte
de nuestra familia ministerial.
Un fundamento fuerte y amplio basado en la
oración constante y persistente aumentará la atmósfera espiritual y así veremos
más victorias en los lugares donde estamos ministrando. Será como un río que surge trayendo redención
a las personas en las comunidades donde vivimos; ayudará a avanzar el Reino y a
sanar las naciones.
2. Orar para que haya obreros dispuestos a ir
a la mies.
Es interesante el hecho de que Jesús no orase
por la mies. Dijo que la mies estaba
madura y exhortó a que se orara por obreros para que fuesen a la mies. Uno de los retos más grandes de nuestros días
es que haya obreros dispuestos a ir.
Orar para que la voz de Dios y su pasión por los perdidos sean
escuchadas por los creyentes.
3. Orar para que haya nuevas puertas abiertas
para ministrar y por fe y sabiduría para entrar por esas puertas.
Oremos por nuevas oportunidades para compartir
el amor, la palabra y el poder de Jesús en los lugares donde hemos establecido
ministerio; que estas obras crezcan y fructifiquen. Además, oremos que haya
nuevas oportunidades para fundar ministerios en tierra fértil. “Perseverad siempre en la oración, vigilando
en ella con acción de gracias. A la vez,
orad también por nosotros, a fin de que el Seńor nos abra una puerta para la
palabra,…” Colosenses 4:2-3a
4. Orar
por una constate unción y llenura del espíritu Santo para servir.
“La unción rompe el yugo.” Dios ha estado
ungiendo con su espíritu a los creyentes para que le puedan servir con mayor
fe, autoridad y poder. Creemos que Dios
quiere aumentar aun más la presencia de su Gloria en nuestro medio y en
nuestras vidas. Orar que Dios nos de más
denuedo en la proclamación y la demostración de su poder. Nuestra pasión es que la gloria de Dios llene
la tierra.
“Juan Fletcher estaba convencido de que el ser
lleno del espíritu era curriculum suficiente para que una persona pudiese
proclamar el evangelio. No hacia falta
haber asistido a un seminario, aunque sabia que eso era bueno también. Después de haber compartido en su aula,
Fletcher hacia esta pregunta, “si hay personas que quieren ser llenos del
espíritu, venid conmigo y oremos.” Al
hacer esta invitación muchos le seguían y oraban por dos o tres horas juntos,
los unos por los otros hasta que las rodillas no aguantaban.” Tomás Benson comentando sobre la vida de Juan
Fletcher
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