Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre. Proverbios 27:19. Reina-Valera 1960
• El corazón refleja la verdadera realidad del hombre.
• Más allá de la apariencia, el verdadero hombre se oculta en su corazón.
• Se puede tratar de demostrar una imagen o vender una apariencia, pero el corazón no puede falsificarse.
• El corazón es el centro de comando de la vida del hombre.
• Todo lo que ocurre externamente comportamientos hábitos, palabras y expresión emocional obedecen a los dictámenes del corazón.
• El poder de la vida del hombre reside, pues, en su interior: en su corazón. No en balde la Biblia nos exhorta a guardar nuestro corazón.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
• En este contexto la palabra corazón no se refiere al musculo que bombea la sangre en el cuerpo.
• Se refiere más bien al alma del hombre.
• En el pensamiento Hebreo corazón y alma son la misma cosa.
• El corazón es el centro de la voluntad del ser humano, donde se toman las decisiones, la sede del intelecto y emociones.
El corazón representa para el
hombre el “yo mismo” su identidad, su vida propia, la consciencia de si mismo.
• El corazón funciona como un todo.
• Es el órgano que nos permite conocer ser conocidos por Dios.
• “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen” Juan 10: 27.
• Esta hablando de una comprensión y un entendimiento de corazón.
Es en nuestro corazón donde
pensamientos, emociones y voluntad se unen en una identidad una conciencia y un
estilo de vida.
•
Necesitamos enfocarnos, entonces,
en edificar un corazón sano, lo que conlleva un proceso que dura toda la vida,
dando prioridad a lo interno sobre lo externo de adentro hacia afuera.• Edificar la vida interior requiere fijar el foco de atención en nuestras raíces y nuestra espiritualidad.
• Nos urge efectuar un retorno a las rices espirituales y a centrarnos en el carácter.
• Estas son las verdaderas bases para el auténtico poder personal.
• Lo que cuenta es quien es usted en lo más intimo de su ser, en lo más profundo de su fe, en su fortaleza espiritual.
• Esa es la verdadera fuente de su auténtico poder y éxito personal.
• Lo que hay en el corazón: emociones, pensamientos y voluntad determina el carácter de la persona.
• El carácter es el centro de desarrollo del ser humano.
• El carácter determina la integridad, la entereza, la fuerza y la competencia de una persona.
Sólo en el corazón sano se genera
el ambiente adecuado para amar sin egoísmos, andar en rectitud, actuar con
integridad y perdonar faltas cometidas.
•
Un corazón sano no se genera al
azar.• Para forjar un corazón sano hay que cuidarlo; hay que trabajarlo intencionalmente.
• Se requiere enfoque, motivación disciplina y comunión con Dios para lograr un corazón sano.
• Cuando estoy determinado a mantener un corazón sano, cuido los pensamientos que traigo a él, para no contaminarlo, y así sentirme libre de resentimientos y rencores para así practicar el perdón cuando soy agraviado u ofendido.
• Esto ocurre como consecuencia de dar cabida al amor.
• No es posible forjar y mantener un corazón sano sin la influencia de Dios o apartados de Él.
•
Por eso para forjar y mantener un
corazón sano necesitamos mantenernos en compañerismo con Dios.
•
Cuando cultivo mi corazón en
comunión con Dios, entonces mi vida se llena de propósito.• Para cultivar un corazón sano se requiere desarrollar una relación íntima, dinámica y vital con Dios, además de enfoque, motivación y determinación.
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